¿Sabías? – Eficiencia Energética
En líneas generales se puede definir la eficiencia energética como el consumo inteligente y responsable de la energía en el presente para que podamos seguir disfrutando de las fuentes generadoras de energía en el futuro. Básicamente, se trata de reducir el consumo de energía, manteniendo los mismos servicios energéticos, sin disminuir nuestro grado de confort y calidad de vida, a la vez que se asegura el abastecimiento, se reducen los efectos contaminantes y por lo tanto se protege el medio ambiente.
Existen diferentes ámbitos de aplicación de la eficiencia energética como el doméstico, el industrial o el de los edificios.
- En la industria cobra especial importancia el sector del transporte y ahí tiene mucho que decir el ahorro de combustible a través de la utilización de vehículos de consumo reducido, el mantenimiento adecuado de la flota, la planificación inteligente de las rutas e incluso una conducción más eficiente.
- En los ámbitos residencial (doméstico) y terciario (edificios) un importante factor en el consumo de energía está representado por la construcción. Es de especial importancia una construcción bioclimática que tenga en cuenta las condiciones climáticas para reducir el consumo energético, aprovechando los recursos naturales disponibles (sol, vegetación, lluvia, vientos), así como la adopción de medidas para lograr un adecuado confort térmico (convenientes aislamientos, correcta orientación) y para lograr una mayor independencia de la energía eléctrica (introducción de fuentes de energía renovables).
Pero no todo hay que dejarlo en manos de los constructores. Los usuarios tienen mucho que decir a la hora de ahorrar energía por medio de un consumo eficiente y responsable. Para ello lo primero es identificar aquellos servicios, de los que utilizamos diariamente, que consumen más recursos energéticos. Basándonos en estudios realizados en años precedentes por el IDAE (Instituto para la Diversificación y Ahorro de Energía), la distribución del consumo energético en hogares (IDAE 2011) y edificios (IDAE 2005) de España podría representarse de la siguiente forma:
Distribución del consumo energético en hogares Distribución del consumo energético en edificios
El denominador común es el consumo en climatización (calefacción y aire acondicionado). En edificios también tiene un peso principal el consumo en iluminación y el de otros usos como aparatos enchufados a la red eléctrica o electrodomésticos en el caso de los hogares. Por lo tanto, el esfuerzo para ahorrar energía debería centrarse en esos tres apartados, principalmente en el de climatización.